miércoles, 25 de diciembre de 2013

El hombre que robó la navidad

"No hay caso Garai. Sólo le estoy dando continuidad a los que juegan ahora, os estoy haciendo caso a vosotros"

Jose Ramón Sandoval, atención al bochorno, va a pasar la Navidad en Madrid. Es la última afrenta del entrenador de Humanes, que añade así una más a su interminable lista. Los oradores de la verdad han dictado sentencia en el transcurso de esta temporada. Sandoval ha sido criticado por alinear a Iván Hernandez antes que a Julio, un chaval que a duras penas es titular en Segunda B. Ha sido criticado por no darle un minuto a Alex Serrano, un chaval que a duras penas sería titular en Segunda B. Ha sido criticado por la fragilidad defensiva, el mismo pidió un central más durante el verano. Ha sido criticado por no poner a Guerrero cuando la dupla Serbia ha marcado 23 goles. Ha sido criticado por pedir a Lekic sabiendo de la falta de efectivos en defensa, el de Belgrado lleva un gol cada 70 minutos. Ha sido criticado por no mirar para Mareo, cuando ha sido el entrenador reciente que números en la mano más ha mirado para la cantera, el que sacó a Borja López, ahora en Mónaco, del filial. Ha sido criticado por no ver los partidos del filial (¿sabrán lo que hace Sandoval en su casa?). Ha sido criticado por poner sólo a los que traía él. Ha sido criticado por la cesión de Juan Muñiz, que está jugando cuatro ratos en un equipo inferior al Sporting. Ha sido criticado por marginar a Sergio, por hablar condescendientemente de que desayunaba con el equipo, y cuando Sergio ha sido titular han dicho que lo había echado a los leones. Ha sido criticado por no poner a Nacho Cases y cuando lo ha puesto han sugerido que jugaba por tener el mismo representante.  Ha sido criticado por poner a Garai, y más tarde por quitar a Garai de las convocatorias; por jugar con dos delanteros arriba y más tarde por tirar a uno a banda; por no ser capaz de juntar a Lekic-Scepovic-Barrera y una vez los ha juntado por jugar con defensa de 3. Ha sido criticado por jugar con Bustos-Garai-Barrera, cuando ha pasado al Sergio-Cases-Barrera ha sido criticado por no creer en sus ideas (flexibilidad, ¿conoceran esa palabra?). Ha sido criticado al principio de liga por intentar sacarla jugada de cualquier manera, y ha sido criticado más recientemente por pegar muchos pelotazos. Ha sido criticado por ser populista, y al mismo tiempo por pasar de la afición. Ha sido criticado por intransigente, y más tarde ha sido criticado por transigente. Ha sido criticado por no plegarse a las exigencias de la afición, y más tarde por que "las alineaciones se las hacía Iñaki Eraña". Ha sido criticado porque el equipo no ha jugado al fútbol de toque, cuando lo ha hecho y ha perdido o empatado (Girona o Córdoba) ha sido criticado por no ganar.

Sandoval, ojo a esto, ha sido criticado por marchar a Madrid los lunes a pasar un día con su familia. Ha sido criticado por responder como le daba la gana a las preguntas que los periodistas le hacían como les daba la gana. Le han llamado vendehumo, al igual que se lo llamaron a aquel bigotín que vino a un club hecho unos zorros y cinco años después lo había asentado en la élite del fútbol español. Sandoval, en definitiva, ha sido criticado, atacado, vilipendiado, ahostiado y ridiculizado por el simple hecho de no llevarse bien con la prensa. Ni con la prensa, ni con el sportinguismo, en general.

El equipo es segundo en la tabla, con una plantilla que según la opinión extendida hace 4 meses tenía pinta de estar más cerca de abajo que de arriba. Pero eso es algo que no le interesa a nadie.

martes, 20 de agosto de 2013

Sandoval quiere su Sporting

A una semana de empezar la temporada con el Villa de Gijón en mente y analizando la nueva plantilla del Sporting salta a la vista una cosa: es radicalmente distinta a la de la pasada campaña. En este verano, contando cedidos, se han producido hasta once bajas, a las que habría que añadir la marcha definitiva de De Las Cuevas tras la permanencia de Osasuna y la más que probable marcha de algún componente de la actual plantilla (Canella tiene todas las papeletas). El apartado de altas es también muy elevado, entre cesiones y traspaso este año se han incorporado a la plantilla sportinguista ocho jugadores a la espera del final del mercado de fichajes. Más allá de las ventas para "cuadrar el presupuesto" que dirían en la casina de cristal, parece que Sandoval pretende cortar de raíz con la época Preciado que pese a la destitución de este hace año y medio no había dado sus últimos coletazos en el Sporting tras la contratación el año pasado de un entrenador de perfil bajo como Murias y la busqueda de mantener por lo menos a algunos de los jugadores de la plantilla del año del descenso (no todos, Barral o Rivera así lo demuestran). En estos momentos sólo hay cinco jugadores que han jugado con el de Astillero en primera división: Lora, Nacho Cases, Canella, Cuellar y Sergio Álvarez; habiendo además posibilidades de que estos tres últimos acaben jugando esta temporada en otro equipo. El equipo es totalmente nuevo, es la apuesta de Sandoval.

La mayor diferencia de este equipo respecto al del año pasado es la ausencia del mejor jugador de la anterior plantilla, Oscar Trejo. Resulta casi imposible pensar en buscar en algún aspecto positivo de la marcha de un jugador que condicionaba jugadas a 60 metros de porteríaque iniciaba y dejaba al borde del area muchos ataques él mismo , que tecnicamente es muy superior a la media y que posee un rango de pase que probablemente no tenga otro jugador en segunda división (dos ejemplos aquí y aquí de asistencias que Trejo daba casi cada partido). La fatal puntería de los dos delanteros el año pasado hizo que Trejo no se fuese a las 15 asistencias siendo un jugador que aparecía casi tanto por campo propio que por ajeno. Su marcha es insustituible ya que el segundo jugador más técnico del año pasado (lejos del Chocota, aunque con más gol) que es Sangoy y podría ser su sustituto también se ha ido. Lo único que se puede sacar de esto es que sin figura del mediapunta clásico, Sandoval parece decidido a salir con el esquema que a él parece gustarle más que es el 4-3-3, y además el Sporting cuenta con 5 centrocampistas de mucho nivel: Bustos, Garai, Cases, Casquero y Barrera, este último destinado a dar un golpe sobre la mesa este año. Las bandas y la delantera son una incógnita total, dos jugadores recién subidos al A (Jara y Guerrero) y tres fichajes no muy conocidos (Hugo Fraile, Isma López y Scepovic), además de Mendy que parece que Sandoval lo está probando de falso nueve, probablemente para caer a bandas y facilitar la entrada de jugadores de segunda linea (no parece que sea un jugador que pueda jugar de nueve al uso, sus cifras goleadoras son las que son).

 El punto débil vuelve a estar como el año pasado en la defensa. Se hablaba de que habría que incorporar a un central - sonó mucho Agus - y finalmente no solo no se ha incorporado si no que se ha marchado Borja López en un fallo lamentable de la directiva en su afán por sacar del Sporting a cualquier jugador que destaque. Si no se ficha a nadie más, la baza para no salir a jugarse las lentejas con un decrépito Iván Hernández es Mandi, que está siendo reconvertido a central. El canario tiene condiciones de sobra para jugar en esa posición pero su tendencia a aguantar demasiado el balón y a hacer faltas pueden ser aún más perjudiciales que jugando de pivote, Sandoval tendrá que minimizar esos vicios para que podamos ver a un buen central. Con un medio del campo muy poblado parece claro que no vamos a ver a Mandi ahí, y se pierde un centrocampista (para mi, interior) con un recorrido tremendo, un buen giro, buena técnica y un disparo potente, pero si acaba dando un buen rendimiento en la zaga, bienvienido sea. La más que probable marcha de Canella debilita mucho la defensa ya que Álex Menendez se queda como primer lateral izquierdo y sin un sustituto fiable, ni siquiera en el filial. A la minima lesión o sanción de dos titulares de la defensa a la vez el estropicio puede ser gigantesco. Sergio Álvarez ha sido probado como lateral, puede que estemos ante otra reconversión como la que sufrió Lora, se verá en temporada, pero Sandoval tendrá que estrujarse el cerebro para que la defensa sea fiable durante todo el año.

La directiva confia en Sandoval y el de Humanes tiene un equipo con muchas bajas que seguro no deseaba, pero con muchas altas pedidas por él mismo. Este año no tiene excusa, ha sido él el que ha empezado la temporada y no tiene un Murias sobre el que recaiga la responsabilidad de la planificación. Su suerte es la de todos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Un año de mierda

Hoy se cumple un año desde que Manuel Vega Arango, con lagrimas en los ojos y obviando aquella frase del pasado cuando dijo que "antes de Preciado me voy yo", anunciase a la prensa el cese del mejor entrenador de la historia reciente del Real Sporting. Habian pasado cinco años y medio desde que Manuel Preciado tomó las riendas de un club que llevaba casi una década desfilando sin pena ni gloria por la segunda división, sin posibilidades serias de ascenso casi nunca (se salva el año de Marcelino García Toral, en el que el Sporting pilló una pájara de campeonato a 3/4 de liga cuando iba primero destacado). Con Preciado, el Sporting subió a primera división en su segundo año, y se mantuvo por tres ocasiones en la máxima categoría del fútbol profesional, incluso cuando pareció imposible como en la 2008/2009 cuando un equipo a precio de saldo y casi hundido se acabó salvando en 3 jornadas finales agónicas. "Que acertemos - dijo Vega Arango en rueda de prensa - que acertemos en este momento todos, y que tú tengas mucha suerte". Lo segundo, desde luego, no se cumplió, ya que sólo seis meses después el del Astillero fallecía, horas antes de la que iba a ser su presentación como técnico del Villareal.  Y a tenor de lo visto, lo primero parece que tampoco.

Un año después de la destitución del de Astillero, el Sporting es un equipo sin rumbo que pulula por los puestos medio-bajos de la clasificación con el objetivo de la baratísima promoción casi olvidado. Hace un año el Sporting, pese a una malísima primera vuelta y tras el 5-1 de Anoeta anterior al cese de Manolo, el equipo estaba a tan solo 3 puntos por debajo de la salvación, estando marcado como clave el partido en casa ante el Osasuna. Ya sin Preciado al frente, se empató aquel encuentro, y aquello fue el principio del fin. Han pasado 4 entrenadores desde entonces, y ninguno de los 4  ha logrado reconducir la situación (aunque bien es cierto que Iñaki Tejada solo estuvo dos partidos), llegando a un punto en el que, a día de hoy, el Sporting tiene los puestos de ascenso directo (el objetivo a principios de liga) al triple de distancia que los de descenso. El poso que dejó Preciado en este club tanto a nivel deportivo como institucional ha sido completamente vilipendiado. Incluso los jugadores que en primera rayaron a un nivel estratosférico, están pasando ahora por horas bajas. La situación es absolutamente caótica, y lo peor es que ni siquiera tiene visos de cambiar próximamente.

No, parece claro que no han acertado. La destitución de Preciado probablemente fuese el mayor fallo que ha tenido esta institución en su historia reciente. Y eso que los ha habido muy gordos.