jueves, 8 de agosto de 2013

Un año de mierda

Hoy se cumple un año desde que Manuel Vega Arango, con lagrimas en los ojos y obviando aquella frase del pasado cuando dijo que "antes de Preciado me voy yo", anunciase a la prensa el cese del mejor entrenador de la historia reciente del Real Sporting. Habian pasado cinco años y medio desde que Manuel Preciado tomó las riendas de un club que llevaba casi una década desfilando sin pena ni gloria por la segunda división, sin posibilidades serias de ascenso casi nunca (se salva el año de Marcelino García Toral, en el que el Sporting pilló una pájara de campeonato a 3/4 de liga cuando iba primero destacado). Con Preciado, el Sporting subió a primera división en su segundo año, y se mantuvo por tres ocasiones en la máxima categoría del fútbol profesional, incluso cuando pareció imposible como en la 2008/2009 cuando un equipo a precio de saldo y casi hundido se acabó salvando en 3 jornadas finales agónicas. "Que acertemos - dijo Vega Arango en rueda de prensa - que acertemos en este momento todos, y que tú tengas mucha suerte". Lo segundo, desde luego, no se cumplió, ya que sólo seis meses después el del Astillero fallecía, horas antes de la que iba a ser su presentación como técnico del Villareal.  Y a tenor de lo visto, lo primero parece que tampoco.

Un año después de la destitución del de Astillero, el Sporting es un equipo sin rumbo que pulula por los puestos medio-bajos de la clasificación con el objetivo de la baratísima promoción casi olvidado. Hace un año el Sporting, pese a una malísima primera vuelta y tras el 5-1 de Anoeta anterior al cese de Manolo, el equipo estaba a tan solo 3 puntos por debajo de la salvación, estando marcado como clave el partido en casa ante el Osasuna. Ya sin Preciado al frente, se empató aquel encuentro, y aquello fue el principio del fin. Han pasado 4 entrenadores desde entonces, y ninguno de los 4  ha logrado reconducir la situación (aunque bien es cierto que Iñaki Tejada solo estuvo dos partidos), llegando a un punto en el que, a día de hoy, el Sporting tiene los puestos de ascenso directo (el objetivo a principios de liga) al triple de distancia que los de descenso. El poso que dejó Preciado en este club tanto a nivel deportivo como institucional ha sido completamente vilipendiado. Incluso los jugadores que en primera rayaron a un nivel estratosférico, están pasando ahora por horas bajas. La situación es absolutamente caótica, y lo peor es que ni siquiera tiene visos de cambiar próximamente.

No, parece claro que no han acertado. La destitución de Preciado probablemente fuese el mayor fallo que ha tenido esta institución en su historia reciente. Y eso que los ha habido muy gordos.