viernes, 13 de noviembre de 2015

Vacaciones para todos, invita Ndi.

Los hechos. El 12 de marzo Dani Ndi es convocado por la selección absoluta de Camerún. Debuta como internacional el día 26 en un partido ante Indonesia. Vuelve a jugar 3 días más tarde ante Thailandia, y en Gijón se espera que tras ese último encuentro, Ndi vuelva a Gijón cuanto antes para estar a disposición de Abelardo en el partido contra el Barcelona B. El camerunés alega que se le ha roto una hoja del pasaporte, y no vuelve para el partido. El Sporting trata de contactar con él, pero no lo consigue. El caso empieza a enturbiarse, y poco a poco empieza a verse claro el verdadero motivo por el cual Ndi no vuelve a Gijón: malacaonsejado por su representante, su objetivo es chantajear al Sporting. La jugada les sale muy mal, y dos semanas después, el camerunés vuelve a Mareo: lejos de perdir perdón, el jugador sigue defendiendo su versión del incidente (la del pasaporte roto). Abelardo le aparta del grupo, las declaraciones de algunos jugadores dejan claro que están más que conforme con la decisión y que son ellos quienes más la apoyan; es vox pópuli que Ndi no causa muy buena impresión entre sus compañeros por, entre otras cosas y más allá del incidente, algunos episodios relacionados con las prendas de sus compañeros. Durante 7 meses, el futbolista permanece apartado del grupo y no da ninguna muestra de arrepentimiento: vuelve a ser convocado por Camerún para un amistoso contra Bélgica el 11 de septiembre, e inicia un nuevo pulso contra el Sporting: no vuelve a Gijón hasta el 29 del mismo mes tras no haber dado explicaciones de su nueva ausencia. Durante lso últimos 7 meses, la postura de Abelardo ha sido siempre la misma: "mi opinión personal es que Dani Ndi no puede vestir más la camiseta del Sporting porque se ha reído de nosotros" y "Ndi parte de -500" son dos frases que expresan perfectamente lo que el Pitu opina del tema. El 11 de noviembre Ndi renueva con el Sporting y da una rueda de prensa en la que pide perdón, un compañero de selección le habría instado a abandonar a su representante (Olivier Noah, famoso ahora porque también lleva a Isaac Success del Granada que ha sido recientemente apartado del equipo como fue Ndi en su día). Un día más tarde, Alberto Lora da una rueda de prensa en la que deja claro que pese a que Dani es aceptado en el seno del grupo, nadie les ha preguntado a los jugadores si están conformes con ello.

Más allá de interpretaciones sobre si la plantilla merece tener voz y voto en un tema como este, si toda persona que pide perdón merece ser perdonada o si es posible que tras 7 meses de insurrección alguien pueda ver la luz y darse cuenta de que ha obrado mal de un día para otro, hay muchos puntos a tratar. Desde luego es muy interesante analizar hechos como que Abelardo cambia de opinón de la noche a la mañana o que, realizando una sencilla elucubración, no parece complicado deducir de las palabras de Ndi en su rueda de prensa del perdón ("mi mejor representante a partir de ahora soy yo mismo") y del club de cuatreros que estamos hablando que un fondo de inversión buitre puede verse muy beneficiado de todo este embrollo. Pero yendo a los hechos, si tenemos en cuenta que todos los esfuerzos del club deberían ir orientados a que el equipo pueda maximizar su rendimiento con los medios disponibles, la solución tomada en este tema tiene visos de no ser demasiado buena. Por varios motivos. El primero y más importante, los compañeros de Dani Ndi están, a tenor de lo visto, muy descontentos con él. Comparaciones con si los curritos tienen voz y voto en las decisiones que toman los jefes de una empresa sobran por varios motivos, pero me vale con uno solo: las decisiones que tome una empresa respecto a sus trabajadores son de su incumbencia y repercutan o no en el rendimiento de sus trabajadores, es problema suyo. A los aficionados sportinguistas, las decisiones que tomen tanto directiva como entrenador si que nos tocan de cerca. Una vez aclarado esto, que la decisión del entrenador debe de prevalecer sobre la de sus empleados (futbolístas) está fuera de toda duda, pero en cualquier ámbito de la vida hay excepciones; la del tema Dani Ndi es una de ellas debido a su carácter excepcional y sobre todo a su gravedad (apunte: si, los Fernández han pisoteado mucho más nuestro escudo que Dani Ndi pero es que no estamos hablando de eso. Todos estamos hartos de Fernández, basta de usar su figura como escudo para tratar cualquier tema). El colmo de la demagogia es cuestionar al resto de fútbolistas porque estén más enfadados con Ndi que con la directiva. El asunto es tan obvio que no merece ni comentarlo, pero por si acaso. Los jugadores pueden estar todo lo enfadados que quieran con la directiva pero precisamente si defendemos que estos deben de acatar las ordenes de arriba...  Además, varios futbolistas del primer equipo han dejado entreever muestras de descontento con la directia; si aún así muestran más su descontento por la presencia de Ndi en el vestuario que por la directiva será que les molesta más lo primero que los segundo, lo que debería hacernos reflexionar.

Pero hay más problemas más allá de la propia opinión del vestuario. Uno es puramente futbolístico. Dani Ndi es un buen mediapunta que el año pasado dio muestras de calidad, pero no estamos hablando de un futbolista que vaya a salvarnos la temporada, no estamos hablando de un Halilovic (del que, por cierto, se dijo que probablemente viniese aquí con aires de estrellita, y en 3 meses ha mostrado un compromiso al que Ndi en todo el tiempo que lleva en la entidad rojiblanca ni siquiera se ha acercado). Su participación no garantiza nada: poner en peligro el buen ambiente en el vestuario para poder disponer de un buen -que no extraordinario - futbolísta, no parece demasiado inteligente. Y el buen ambiente en el vestuario es fácil que peligre, no solo porque la relación personal de casi todos ellos con Ndi sea mala, si no porque si Abelardo no gestiona bien este tema, puede haber introducido una peligrosísima doble vara de medir. Hace 2 semanas, en rueda de prensa, el Pitu no dudó en cargar contra Carlos Castro en una semana dificilísima para el de Ujo. En medio de lo que era una balsa de aceite, Abelardo no dudo en mostrarse duro y no pasar ni una. Hoy, Dani Ndi no solo entrena junto a Carlos Castro, su situación respecto a próximos partidos parece ser exactamente la misma: se juzgará su inclusión en las convocatorias en función de su rendimiento en los entrenamientos y las necesidades para el partido en cuestión.

Aquí está sin duda el punto más importante y clave de todo el tema. ¿Parte Dani Ndi de 0? ¿Tiene Ndi algún hándicap para entrar en convocatorias y jugar partidos por su insurreción previa, o desde el 11 de noviembre que renovó con el club y pidió perdón, todo lo que el camerunés haya hecho es agua pasada? Cuidado. Nos adentramos en terrenos muy peligrosos. Alex Barrera, que en la temporada anterior ya contó muy poco para el Pitu, ha estado durante 6 meses machacándose para recuperarse mientras en ese tiempo, Ndi echaba un inabordable pulso al Sporting. El ruso está ya como un toro y disponible para su entrenador (Abelardo dixit). Hagamos un pequeño ejercicio de empatía y pensemos en lo que le pasaría a Alex Barrera si en la próxima convocatoria ve el nombre de Dani Ndi y sigue sin ver el suyo. ¿Alguien le podría recriminar que decidiese tomarse un tiempo de vacaciones en una bonita isla de Punta Cana para volver al mes, pedir perdón en público, y volver a partir desde el mismo punto en el que estaba? ¿Con que autoridad moral le diríamos al ruso que eso está mal? En teoría, debería de estar castigado hasta que pida perdón y vuelva a partir del mismo punto del que parte ahora Dani Ndi. Cuidado, señores. Cuidado. Los futbolístas no son robots, son personas, y si a alguno le da por pensar un poco las cosas, igual tenemos un disgusto.

sábado, 8 de agosto de 2015

El sueño de Manolo




“En El Sardinero estuve a punto no, a puntísimo, de jugar con Sergio Álvarez y Nacho Cases en el doble pivote y Lora de mediapunta. Al final no pude alinear a Sergio porque se lesionó la semana antes del encuentro […] Nacho jugó y a Sergio le faltó el canto de un duro. Y eso es algo que había que hacer porque yo veía que Rivera no atravesaba su mejor momento. […] Mientras que en cambio percibía la frescura de Nacho Cases y Sergio Álvarez. Entonces, está claro… ¡al prao! ”   
 Cita de Manolo Preciado extraida del libro ¿Quién mejoraría a Preciado?

Sergio Álvarez debutó en Primera División frente al Racing, en la última jornada de la Liga 2009/2010, sin nada en juego. Era el ojito derecho de Manolo Preciado, quien no dudo en subirlo al primer equipo para la siguiente temporada. Ni siquiera había cumplido los 19 años de edad, pero su fe en él era enorme. Se le adivinaban cualidades, pero ¿estaba aquel imberbe chavalillo, con un físico y un aspecto que se asemejaba más al de algún compañero nerd de Sheldon Cooper que al de futbolista profesional, preparado para la Primera División? Durante la primera vuelta de la 2010/11, Sergio comenzó a sumar minutos, y llegó a ser titular en un par de ocasiones. Demostró criterio manejando el balón y un cierto orden en sus movimientos, pero su falta de físico debido a su corta edad le penalizaba sin remedio; al fin y al cabo no hablamos de un mediapunta mágico, si no de un pivote de contención, posición en la que el músculo y los pulmones juegan un papel muy importante. La marcha del equipo no era buena, y en la jornada 18 el Sporting viajaba a Santander completamente hundido en la clasificación. Se había especulado durante toda la semana con la destitución de Preciado, pero esta finalmente no se produjo, así que Manolo se la jugaba en el Sardinero, en su casa. ¿Tendría algún as bajo la manga? Sergio Álvarez no pudo entrar en aquella convocatoria ya que se había lesionado dos semanas antes, pero quien sí entró fue un chaval de 23 años que jugaba en el filial, al que nunca se le había dado demasiada bola y que tenía el futuro más puesto en acabar su carrera de Educación Física que en labrarse un futuro mediante el fútbol. Para Nachín Cases, fue besar y llegar el santo: su primera convocatoria con el Sporting significó también su debut como titular en Primera división. Realizó un partido correcto jugando en el doble pivote pero su presencia no impidió que el equipo siguiese mostrando una blandura preocupante. El Racing se adelantó en el marcador y con el Sporting volcado para empatar, tuvo varias contras, que desperdició. El tiempo se agotaba y la cabeza de Preciado pendía de un hilo. Ya se habían cumplido los 90’ reglamentarios cuando un gran centro de De las Cuevas fue cabeceado a la red por Diego Castro. Aquel gol no fue un gol cualquiera. Gracias a él, el equipo recibió un chute de adrenalina y Preciado tuvo una bola extra en el Molinón, ante el Hércules. Cases volvió a ser titular, esta vez de mediapunta: realizó un partidazo y además marcó el 2-0 final con un zurdazo inapelable. Su cara de alegría tras marcar el gol era la cara de un sportinguista que años atrás se sentaba en La Tribunona para ver a sus ídolos y ahora a quien venían a ver era a él. Preciado le sustituyó a final del partido para que recibiese una atronadora ovación; quien salió en su lugar fue Sergio Álvarez, que tras este partido fue relegado al filial para seguir con su progresión. La segunda parte de la temporada fue tan plácida que pese a la malísima primera vuelta, el Sporting se salvó matemáticamente a falta de una jornada para el final, jornada en la que jugaron varios no habituales y gente del filial. Entre ellos estaba Sergio, que aquel día formó doble pivote con Cases, justo una vuelta después de que Nachín emocionase al Molinón en su debut con un partidazo y su primer gol con la rojiblanca.


martes, 12 de mayo de 2015

Mau


1.       2009/10 (Internazionale)
Titulos: Liga, Copa, Champions League

Mourinho devuelve al Inter a la gloria europea más de 40 años después de las dos Copas de Europa seguidas de Helenio Herrera. El superlativo mérito es mayor si cabe si miramos la trayectoria y los rivales: tras una fase de grupos en la que pasan como segundos tras el Barcelona, el cruce de octavos les empareja contra el Chelsea con Mourinho volviendo al sitio donde más le querían. Siempre que se acuse a aquel Inter de ser un equipo ultradefensivo se ha de repasar aquella eliminatoria en la que Mourinho fue a buscarle las cosquillas al Chelsea presionando arriba con un Sneijder estelar en ambos partidos. Tras un respiro en cuartos vs CSKA, esperaba el superBarça de Pep y Leo que venía de marcarle 4 goles al Arsenal. Ganar a aquel equipo parecía una quimera, pero Mourinho, ávido de volver a enfrentarse a los blaugranas tras aquellos memorables piques cuando el luso entrenaba al Chelsea, tiró de cinismo ("e una ossesione, e antimadridismo") y un bravísimo Inter consiguió vencer en Milán por 3-1, polémica mediante. En la vuelta se defendió con uñas y dientes en un partido que ya es historia de la Champions League: el inexpugnable entramado defensivo interista, que se las tuvo que ver durante 1 hora con 10 por expulsión de Thiago Motta (esa mirada furtiva de Busquets)  acabó con Mourinho eufórico rociado por los aspersores. La final aunte un Bayern menor fue un trámite solventado por la vía rápida por el heroe Diego Milito, que también rubricó con sus goles la victoria ante la Roma en la final de Coppa y fue importantísimo para que el Inter conquistase por cuarto año consecutivo el Scudetto. Un año memorable, la obra maestra de un genio.

2.       2004/05 (Chelsea)
Títulos: Liga, Copa de la Liga

El primer año de Mourinho en las islas es el de su confirmación como superentrenador. Sí, aquel tipo había ganado la Champions con el Oporto, pero muchos mediocres tienen suerte, y ahora tocaba demostrar de que pasta estaba hecho aquel tipo arrogante qe en su desembarco en tierras inglesas, se autoproblamó como The Speciao One. Abramovich ve en Mourinho a la persona idonea para llevar a su equipo por buen camino y pone a su disposición dinero para fichar; ese verano llegan a Londres leyendas como Robben, Drogba, Cech (que no venía con vitola de crack y cuando Mourinho sentó a Cudicinni en las primeras jornadas de liga la opinión mayoritaria se puso en su contra), Tiago Mendes, o Ricardo Carvalho, traido expresamente por Mou desde Oporto; estos se unirían a jugadores como John Terry o Frank Lampard que necesitaban de un entrenador TOP para empezar a edificar su leyenda como blues. Pero ojo, esta vez enfrente habrá rivales mucho más temibles que los que tenía en la liga Son Sagres:  el Arsenal de los Invencibles, el siempre presente Manchester United o el Liverpool de Benitez. The Speciao One les ganó a todos: arrasó en las competiciones domésticas, donde su Chelsea no dió opción a réplica en liga, perdiendo un sólo partido y llegando a un registro record de 95 puntos; y se llevó también la Carling Cup. Sólo la FA se resistió. En Champions el desempeño es magnífico: una fase de grupos inmaculada, una eliminatoria para el recuerdo en octavos ante el Barcelona (aquel gol imposible de Ronaldinho, Collina que se traga la falta de Terry...) que sería el primero de los episodios de rivalidad entre Mourinho y el club del que lo aprendió todo; un cruce ante el Bayern finiquitado con una solvencia sin parangón, y unas semifinales en las que un gol de Luis García que nunca pasó la linea dejaron a los blues sin la ansiada final.

3.       2003/04 (Oporto)
Títulos: Supercopa, Liga, Champions

La sombra de los what if nos persigue y atormenta, no sólo en el fútbol, en la vida. Parar el tiempo, modificar un elemento, y pensar en como habría discurrido la historia a partir de ahí. Pensemos, entonces, una ucronía mourinhiana: ¿Que habría sido de la carrera del luso si Tim Howard desvía el chut de McCarthy a un lado y no a donde estaba Costinha? No lo sabemos. Intuimos que el talento del luso habría salido a flote de algún modo, seguramente, pero... ¿como? Porque, ¿que mejor carta de presentación puedes tener en el fútbol moderno que ganar una Champions League con el Oporto? ¿Algo más impactante que levantar la orejona ante el Milán de Ancelotti, el Madrid de los Galácticos o el Arsenal Invencible con un equipo en el que sólo Deco y Ricardo Carvalho se pueden considerar jugadores de verdadera entidad? Sí, es cierto, el Porto enfrentó a rivales más duros en las primeras instancias del torneo que en las finales. Luchó contra el Madrid en fase de grupos y pasó in-extremis ante el United en octavos. A partir de ahí los nombres asustan menos: el Lyon (que por aquel entonces abusaba en Francia, y quizás este fue el año en el que pudo haber llegado más lejos) fue barrido sin piedad y el Deportivo que había maravillado con el 4-0 al Milán se encontró con un bloque de granito made in Setubal. En la final los dragones partían como underdogs, cosa extraña si miramos hoy los onces titulares de aquella final: el Porto no tenía ningún equipazo, pero si había mejores jugadores que en el Mónaco de Deschamps, que pese a que no tenía a ningún crack (Evra, Morientes y Giuly eran los jugadores más destacados de su once) había hecho un torneo superlativo, marcándole 8 goles al Depor en grupos, y eliminando al Madrid en cuartos. Pese a todo, la final fue un paseo. La liga, reto menor al lado de una Champions pero siempre absolutamente básico en una temporada, también fue para las vitrinas de Do Dragao, sin dar opción nunca al Benfica. Mourinho necesitaba nuevos retos.

4.       2011/12 (Real Madrid)
Títulos: Liga

En el periplo de José por el Madrid no podemos tomar parámetros normales, ya que hay que tener siempre en cuenta que tenía enfrente al mejor equipo de todos los tiempos. Aún así, y sacando este dato del contexto, la 2011/12 del Real Madrid es absolutamente excelente. Con un Cristiano Ronaldo que definitivamente explota como jugador de otra dimensión, el Madrid gana la liga con un registro histórico de 100 puntos (sólo igualado por el Barça de Vilanova la temporada siguiente) y 121 goles a favor (negando así el mantra de que Mourinho es defensivo) dejando por el camino auténticas perlas en forma de contraataques imparables por los rivales, pero lo más memorable de la temporada es el vuelco que le da Mou a los Clásicos. Seis Madrid-Barça se jugaron aquella temporada, el Barça se llevó la supercopa (a doble partido), un partido de liga, y la eliminatoria de copa pero tras el partido de vuelta de la misma (2-2 en el Camp Nou con el Madrid rozando la remontada), ya nada sería igual. El trabajo táctico y psicológico de Mourinho daba sus frutos y tras cuatro años de humillación tras humillación, el Real toma el mando de los Clásicos tras el 1-2 en liga en el que Cristiano Ronaldo pide calma al Camp Nou tras su magistral definición. Tres días más tarde, en semifinales de Champions el Madrid necesitaba remontarle un 2-1 al Bayern de Munich, pero cuando parecía que lo tenía hecho, Mourinho se "cagó". Replegó demasiado, el Bayern igualó la eliminatoria, y en los penaltis Sergio Ramos mandó el suyo al quinto anfiteatro. La décima tendría que esperar.