martes, 12 de mayo de 2015

Mau


1.       2009/10 (Internazionale)
Titulos: Liga, Copa, Champions League

Mourinho devuelve al Inter a la gloria europea más de 40 años después de las dos Copas de Europa seguidas de Helenio Herrera. El superlativo mérito es mayor si cabe si miramos la trayectoria y los rivales: tras una fase de grupos en la que pasan como segundos tras el Barcelona, el cruce de octavos les empareja contra el Chelsea con Mourinho volviendo al sitio donde más le querían. Siempre que se acuse a aquel Inter de ser un equipo ultradefensivo se ha de repasar aquella eliminatoria en la que Mourinho fue a buscarle las cosquillas al Chelsea presionando arriba con un Sneijder estelar en ambos partidos. Tras un respiro en cuartos vs CSKA, esperaba el superBarça de Pep y Leo que venía de marcarle 4 goles al Arsenal. Ganar a aquel equipo parecía una quimera, pero Mourinho, ávido de volver a enfrentarse a los blaugranas tras aquellos memorables piques cuando el luso entrenaba al Chelsea, tiró de cinismo ("e una ossesione, e antimadridismo") y un bravísimo Inter consiguió vencer en Milán por 3-1, polémica mediante. En la vuelta se defendió con uñas y dientes en un partido que ya es historia de la Champions League: el inexpugnable entramado defensivo interista, que se las tuvo que ver durante 1 hora con 10 por expulsión de Thiago Motta (esa mirada furtiva de Busquets)  acabó con Mourinho eufórico rociado por los aspersores. La final aunte un Bayern menor fue un trámite solventado por la vía rápida por el heroe Diego Milito, que también rubricó con sus goles la victoria ante la Roma en la final de Coppa y fue importantísimo para que el Inter conquistase por cuarto año consecutivo el Scudetto. Un año memorable, la obra maestra de un genio.

2.       2004/05 (Chelsea)
Títulos: Liga, Copa de la Liga

El primer año de Mourinho en las islas es el de su confirmación como superentrenador. Sí, aquel tipo había ganado la Champions con el Oporto, pero muchos mediocres tienen suerte, y ahora tocaba demostrar de que pasta estaba hecho aquel tipo arrogante qe en su desembarco en tierras inglesas, se autoproblamó como The Speciao One. Abramovich ve en Mourinho a la persona idonea para llevar a su equipo por buen camino y pone a su disposición dinero para fichar; ese verano llegan a Londres leyendas como Robben, Drogba, Cech (que no venía con vitola de crack y cuando Mourinho sentó a Cudicinni en las primeras jornadas de liga la opinión mayoritaria se puso en su contra), Tiago Mendes, o Ricardo Carvalho, traido expresamente por Mou desde Oporto; estos se unirían a jugadores como John Terry o Frank Lampard que necesitaban de un entrenador TOP para empezar a edificar su leyenda como blues. Pero ojo, esta vez enfrente habrá rivales mucho más temibles que los que tenía en la liga Son Sagres:  el Arsenal de los Invencibles, el siempre presente Manchester United o el Liverpool de Benitez. The Speciao One les ganó a todos: arrasó en las competiciones domésticas, donde su Chelsea no dió opción a réplica en liga, perdiendo un sólo partido y llegando a un registro record de 95 puntos; y se llevó también la Carling Cup. Sólo la FA se resistió. En Champions el desempeño es magnífico: una fase de grupos inmaculada, una eliminatoria para el recuerdo en octavos ante el Barcelona (aquel gol imposible de Ronaldinho, Collina que se traga la falta de Terry...) que sería el primero de los episodios de rivalidad entre Mourinho y el club del que lo aprendió todo; un cruce ante el Bayern finiquitado con una solvencia sin parangón, y unas semifinales en las que un gol de Luis García que nunca pasó la linea dejaron a los blues sin la ansiada final.

3.       2003/04 (Oporto)
Títulos: Supercopa, Liga, Champions

La sombra de los what if nos persigue y atormenta, no sólo en el fútbol, en la vida. Parar el tiempo, modificar un elemento, y pensar en como habría discurrido la historia a partir de ahí. Pensemos, entonces, una ucronía mourinhiana: ¿Que habría sido de la carrera del luso si Tim Howard desvía el chut de McCarthy a un lado y no a donde estaba Costinha? No lo sabemos. Intuimos que el talento del luso habría salido a flote de algún modo, seguramente, pero... ¿como? Porque, ¿que mejor carta de presentación puedes tener en el fútbol moderno que ganar una Champions League con el Oporto? ¿Algo más impactante que levantar la orejona ante el Milán de Ancelotti, el Madrid de los Galácticos o el Arsenal Invencible con un equipo en el que sólo Deco y Ricardo Carvalho se pueden considerar jugadores de verdadera entidad? Sí, es cierto, el Porto enfrentó a rivales más duros en las primeras instancias del torneo que en las finales. Luchó contra el Madrid en fase de grupos y pasó in-extremis ante el United en octavos. A partir de ahí los nombres asustan menos: el Lyon (que por aquel entonces abusaba en Francia, y quizás este fue el año en el que pudo haber llegado más lejos) fue barrido sin piedad y el Deportivo que había maravillado con el 4-0 al Milán se encontró con un bloque de granito made in Setubal. En la final los dragones partían como underdogs, cosa extraña si miramos hoy los onces titulares de aquella final: el Porto no tenía ningún equipazo, pero si había mejores jugadores que en el Mónaco de Deschamps, que pese a que no tenía a ningún crack (Evra, Morientes y Giuly eran los jugadores más destacados de su once) había hecho un torneo superlativo, marcándole 8 goles al Depor en grupos, y eliminando al Madrid en cuartos. Pese a todo, la final fue un paseo. La liga, reto menor al lado de una Champions pero siempre absolutamente básico en una temporada, también fue para las vitrinas de Do Dragao, sin dar opción nunca al Benfica. Mourinho necesitaba nuevos retos.

4.       2011/12 (Real Madrid)
Títulos: Liga

En el periplo de José por el Madrid no podemos tomar parámetros normales, ya que hay que tener siempre en cuenta que tenía enfrente al mejor equipo de todos los tiempos. Aún así, y sacando este dato del contexto, la 2011/12 del Real Madrid es absolutamente excelente. Con un Cristiano Ronaldo que definitivamente explota como jugador de otra dimensión, el Madrid gana la liga con un registro histórico de 100 puntos (sólo igualado por el Barça de Vilanova la temporada siguiente) y 121 goles a favor (negando así el mantra de que Mourinho es defensivo) dejando por el camino auténticas perlas en forma de contraataques imparables por los rivales, pero lo más memorable de la temporada es el vuelco que le da Mou a los Clásicos. Seis Madrid-Barça se jugaron aquella temporada, el Barça se llevó la supercopa (a doble partido), un partido de liga, y la eliminatoria de copa pero tras el partido de vuelta de la misma (2-2 en el Camp Nou con el Madrid rozando la remontada), ya nada sería igual. El trabajo táctico y psicológico de Mourinho daba sus frutos y tras cuatro años de humillación tras humillación, el Real toma el mando de los Clásicos tras el 1-2 en liga en el que Cristiano Ronaldo pide calma al Camp Nou tras su magistral definición. Tres días más tarde, en semifinales de Champions el Madrid necesitaba remontarle un 2-1 al Bayern de Munich, pero cuando parecía que lo tenía hecho, Mourinho se "cagó". Replegó demasiado, el Bayern igualó la eliminatoria, y en los penaltis Sergio Ramos mandó el suyo al quinto anfiteatro. La décima tendría que esperar.



5.       2010/11 (Real Madrid)
Títulos: Copa

Es probable que tardemos en darnos cuenta sobre lo que supone el primer año de Mourinho en el Madrid. Quizá dimos por sentado que simplemente por tener en sus filas a Cristiano, Alonso o Ramos era pan comido que el Madrid superase la ronda de octavos de final en UCL, pero el año pasado también estaban esos tres hombres y el Madrid cayó en Lyon para decir adiós a Europa en octavos por sexto año consecutivos. También se da por supuesto que un equipo como el Madrid ha de pasar la primera ronda de copa ante un segunda B, pero los dos últimos años no había sido eso lo que había ocurrido. No fue un equipo demasiado brillante (lo fue más el año siguiente) aunque si fue solvente en Liga hasta que se enfrentó al Barcelona. Tras la tremenda tensión vivida en Champions en los enfrentamientos del Barça ante Chelsea e Inter en su día, Mourinho se enfrentaba a su némesis por primera vez fuera de UCL. Lo hizo como un igual, de tú a tú, asumiendo que tenía el mejor equipo de su carrera y podría enfrentar a aquel superequipo. Messi y los suyos decidieron castigar ese acto de osadía: el 5-0 final fue incluso corto para la superioridad que mostró el cuadro azulgrana. Mou declaró el silenzio stampa, se protegió ante los ataques, y atacó. Hizo de cada partido una batalla contra todo y contra todos, sacó hojas sobre árbitros, celebró goles como poseido, provocó, provocó y provocó. Y en cierto modo, se salió con la suya. El Rally de Clásicos lo recordaremos siempre: tras la batalla intrascendente (el Barça era ya virtual campéon) en Liga, llegó la final de Copa, espectáculo memorable (aunque un tanto sucio) por parte de ambos equipos que acabó con el Madrid levantando el trofeo. Siete días más tarde se jugaban entre ellos un puesto en la final de Champions: Mourinho retrasó 30 metros la linea de presión respecto a la final de Copa, y decidió no jugar el partido, pero la expulsión de Pepe cambió el guión y Messi decidió que ya había sido suficiente, mientras Mourinho, expulsado, se preguntaba incesantemente "¿por qué?"

6.       2002/03 (Oporto)
Títulos: Liga, Copa, UEFA

La primera temporada completa ende Mourinho no puede acabar mejor. Lejos de los focos mediáticos, sin ser aún leyenda en el fútbol, el Oporto completa una temporada inmaculada: gana los 3 títulos a los que aspiraba a principio de temporada. Aquel Oporto era el mejor equipo de Portugal, pero ser el mejor no siempre equivale a ganar todo y Mou si lo hizo. Se llevó la Liga con facilidad y conquistó la Copa, la final fue ante ante el Leiría, el equipo gracias al cual había dado el salto al Porto. Y por si esto fuera poco, el Oporto se llevó también la copa de la UEFA tras un torneo inmaculado: salvo la final ante el Celtic de Larsson, resuelta por un gol de Derlei en la prorroga, y la eliminatoria de cuartos ante el Panatinakos, resuelta también en el tiempo extra, el resto de eliminatorias son un paseo para los dragones, que vencen a todos sus rivales de goleada. El punto de partida de un monstruo de los banquillos.
7.       2005/06 (Chelsea)
Títulos: Supercopa, Liga

"Lo importante no es llegar, es mantenerse" Tras un primer año magnífico en el que a nivel de juego poco más se le pudo haber pedido a aquel gran Chelsea, el cometido de Mourinho era que los blues mantuviesen aquel nivel. El veredicto final es claro: aunque no consiguió realizar una temporada tan soberbia como la anterior, fue otra temporada más que notable. La Premier volvió a ir sin discusión a las vitrinas de Stamford Bridge, lo que completaba así 4 de 4 ligas para el de Setubal, una cifra que habla bien a las claras de su dominio tiránico en esta época. Pero los torneos del KO se le atragantan este año al Chelsea, que solo consigue ganar a principio de temporada la Community Shield. En FA el Liverpool les echa en semis (el Liverpool, el Chelsea, y las semifinales...) y caen en primera ronda de la Carling Cup. La UCL no va mucho mejor: tras ser segundos de grupo, el cuadro les empareja con el Barcelona en octavos por segundo año consecutivo, pero este año los de Rijkard, futuros campeones del torneo, se tomarán la revancha por lo del año pasado. Es el primer encuentro de Mourinho contra Lionel Messi, que desquicia a Del Horno, provoca la expulsión del vasco y manda un zurdazo a la escuadra en el partido que da a conocer al futuro mejor jugador del mundo fuera de España. En rueda de prensa, sin embargo, Mourinho no parece muy excitado por la exhibición del argentino, y prefiere pasar a engrosar su wikiquote particular: "¿Vamos a suspender a Messi por hacer teatro? Sí, ha hecho teatro. Catalunya es un país de cultura y sabéis lo que es teatro. Es teatro del bueno, El niño ha aprendido rápido"

9.    2006/07 (Chelsea)
Títulos: Copa, Copa de la Liga 

2007 es el año en el que por primera vez en su carrera, Mourinho no levanta el título liguero tras entrenar una temporada completa. El Manchester United de un incipiente Cristiano Ronaldo es el culpable de ello. Las prestaciones de los blues en la Premier bajan mucho respecto a años anteriores, quizá la dureza de un entreandor que nunca hasta entonces había estado 3 años entrenando a un mismo equipo hizo mella en los jugadores, que pese a todo, consiguieron resultados en las demás competiciones. La Community Shield cayó del lado del Liverpool esta vez, pero el Chelsea se llevó el doblete copero con protagonismo de Didier Drogba, el costamarfileño alcanzó por fin las 20 dianas en liga, pero además fue decisivo con sus dos goles en la final de la Carling ante el Arsenal y su solitario gol en el tiempo extra en la final de la FA ante el Manchester. En Champions, otra vez Mou y el Barça, el Barça y Mou, esta vez en fase de grupos. El Chelsea consiguió la primera plaza del grupo gracias al memorable 2-2 en el Camp Nou, con Mou revolcado por los suelos y Lampard anotando un gol desde una zona imposible. En octavos tocó reencuentro con el Porto y en cuartos contra el Valencia, el Chelsea pasó con muchas dificultades las dos eliminatorias, pero en semis llegó el coco. Otra vez el Liverpool de Benitez privaba al Chelsea de una final, esta vez por penaltis. Al año siguiente, tras sólo 5 partidos disputados, Mourinho y Abramovich deciden de mutuo acuerdo separar sus caminos en una temporada que terminaría con el interino Abraham Grant llevando a los blues a su primera final de Champions de la historia.
8.    2013/14 (Chelsea)
Títulos: -

Tras tres años turbulentos en Madrid, Mourinho llega a Londres con la intención de disfrutar, y de volver a dirigir al equipo a quien más ha querido de todos a los que ha entrenado. Su misión es hacer del Chelsea otra vez el rey de las islas: tras su marcha en 2007, los blues han logrado la ansiada Champions sin él (el milagro de Di Matteo) y han mantenido el ADN que Mou inoculó a fuego en el club, pero en su ausencia, solo ganan una Premier (y 3 FA cup, también hay que decirlo) en 6 años. La temporada del regreso del Happy One, como se autodenomina en su presentación, en una nueva vuelta de tuerca a su personaje, es complicada. No es una plantilla de verdadera élite, y al final la cosa acaba sin títulos, pero deja, sin embargo, muchos momentos memorables. El Chelsea cae a mitad de temporada en las dos copas inglesas, pero avanza en Liga y UCL con paso firme. En cuartos de Champions vs PSG, en una eliminatoria en la que los blues parten claramente como outsiders, un gol de Ba en el último minuto desata el delirio en el Bridge y en Mourinho, que torna en una de las estampas más recordadas del luso, corriendo toda la banda poseido tras el gol para darle indicaciones a sus jugadores. Pero el show no había hecho más que empezar: Mou convierte la previa de semifinales vs el Atlético de Madrid en un circo: el partido de Champions pasa a segundo plano, y los medios focalizan su atención en el decisivo partido contra el Liverpool de 3 días mas tarde; aunque la Premier es aún posible (poco, pero posible), Mourinho deja claro que rotará a todo el equipo y ningún jugador que juegue vs el Atlético jugará en el partido de liga. Pura maldad. El Chelsea plantó un airbus en su portería y el Liverpool picó en la trampa y se olvidó de que le valía el empate: un resbalón inoportuno de Gerrard le privó de ganar su primera Premier que acabaría yendo para el Manchester City. El Atlético llegó al Bridge con la lección bien aprendida y con paciencia y buen juego desarboló el entramado blue hasta reducirlo a la nada..

10.          2014/15 (Chelsea)

Títulos: Liga, Copa de la liga

La que tendría que haber sido la temporada de confirmación del Chelsea como superequipo deja un poso algo amargo. Dos títulos más van a parar a las vitrinas Blues: tras 5 años vuelve a las vitrinas del Bridge la ansiada Premier, ganada con puño de hierro aunque más por incomparecencia del resto de equipos que por un verdadero mérito del Chelsea, que ve como sus rivales, mucho más débiles que los que enfrentó hace 10 años no hacen más que pegarse tiros en el pie; y la Carling Cup, pero pese a todo, da la sensación de que se podía haber hecho algo más. Con la incorporación de Cesc Fabregas, el Chelsea parecía destinado a por fin, ser un equipo versatil y educado en más de un registro, pero pese a la notable temporada del catalán, a la hora de la verdad, el castillo de naipes se cayó. Y es que pese a los títulos, la 14/15 deja algunas de las estampas más dolorosas de la carrera de Mou. En la FA Cup, el Bradford de 3ª división toma Stamford Bridge y marca 4 goles en un partido para olvidar, y en Champions, el PSG se venga de lo ocurrido el año pasado y logra pasar una eliminatoria en la que en el partido de vuelta en Londres se exhiben y pasan por encima del Chelsea pese a jugar durante una hora con diez hombres por la expulsión de Zlatan Ibrahimovic


11.   2008/09 (Internazionale)
Títulos: Supercopa, Liga

Quizás la temporada menos reseñable que ha firmado cualquier equipo de Mourinho. Tras 2 años ganando el Scudetto por la ausencia de rivales de entidad, Moratti prescinde de Mancini y contrata a Mourinho, pretendiendo llevar al Inter a otro nivel en Europa. La primera temporada en Milan parece más de transición que de otra cosa. El Inter, que contaba con el mejor Ibrahimovic de su carrera, se vuelve a alzar con el Scudetto sin demasiados problemas, pero a parte de la supercopa, no logra nada más; cae en Copa en semifinales, y el papel en Champions no es muy allá: el Inter no es capaz de ser primero en un grupo sin rivales de entidad (el Panathinaikos es el lider de grupo) y en octavos cae ante el gran Manchester United de Rooney y Ronaldo que ese año llegaría a la final. Una temporada sin demasiado que contar.

12.   2012/13 (Real Madrid)
Títulos: Supercopa

Cuando lo más dificil estaba hecho, cuando ya había sufrido las humillaciones que le harían inmune ante la máquina de matar blaugrana, cuando ya había logrado revertir la situaión, y solo quedaba lo más fácil, Mourinho no vió obstáculos y le entró el pánico.  Tras vencer en una supercopa que parecía poner fin definitivamente a la supremacía culé sobre los merengues, el  Madrid, cuya plantilla mejoraba a cada año y parecía destinada a alzarse con todo, se sumergió en una lucha de egos y de vanidades, de desquiciamiento y de tristeza. Ya antes de que Mou sentase a Casillas declarando la guerra abierta entre dos sectores del madridismo, el Real había tirado la liga antes siquiera de llegar a Navidad. Lo que quedaba era centrarse en las competiciones del K.O, pero tampoco eso sería fácil: en Copa, tras algunas eliminatorias superadas de puro milagro, el Madrid se dió en semifinales contra el Barcelona el único alegrón de la temporada: en una eliminatoria con multitud de bajas blancas, Mourinho manejó los dos partidos a su antojo y un Cristiano Ronaldo inconmensurable tomó el Camp Nou en un enfrentamiento en el que hizo parecer al Barça una burda caricatura. En Champions, la cosa tampoco fue fácil. Tras ser segundos de grupo ante el empuje juvenil del Borussia Dortmund de Gotze, Reus, Gundogan y compañía, el Manchester United esperaba en octavos, y el Madrid pasó de ronda con mucha polémica y gracias a la primera de las grandes intervenciones con la camiseta blanca de Luka Modric. Tras unos cuartos contra el Galatasaray en los que pese a que siempre hubo ventaja llegó a cundir el pánico, en semis esperaba el Borussia otra vez. Sólo el Madrid sería capaz de infravalorar a un equipo en semifinales de Champions y que ya le había pintado la cara esa misma temporada. Con Ramos de lateral por la baja de Arbeloa, Lewandowski se dió un festín ante Pepe y anotó cuatro goles en una noche mágica. Hubo tiempo para remontadas, conjuras y llamadas a Juanito pero tras mucho remar, el Madrid murió en la orilla. La marcha de Mourinho al Chelsea era ya un secreto a voces, pero aún quedaba un último partido por jugar: el Atlético de Madrid, el eterno pupas, esperaba en la final de la Copa del Rey. Cuando los madridistas esperaban al menos tener un mísero trofeo que poder celebrar aquel año, los rojiblancos exorcizaron sus demonios tras 14 años de penurias y pusieron punto y final a la etapa de Mourinho en el Madrid de la peor manera posible.