martes, 24 de enero de 2012

Actos inexplicables, los 7 pecados capitales de Manolo Preciado

Que Preciado es un mito del Sportinguismo por derecho propio es incuestionable. Que sea el entrenador de primera que más tiempo lleva al cargo de un mismo equipo no es ninguna casualidad.  Además de ser un motivador nato, quizás el mejor, ha tomado algunas decisiones tácticas interesantes, como la de situar a Lora de lateral derecho o la subida de Nacho Cases. No soy sospechoso de poner en duda al gran Manolo.

Pero tampoco es discutible que al cántabro a veces se les va la cabeza y sus alineaciones parecen hechas por el enemigo. Aquí van algunos hechos extraños, los 7 pecados capitales de Manolo Preciado.
  • Su empecinamiento con Barral: El gaditano lleva 7 dianas esta campaña, nada que objetar en el apartado goleador, pero su inteligencia sobre el terreno de juego es nula; es incapaz de desmarcarse con criterio o de entender el juego en un determinado momento. Es un dato futil, pero indicador de la situación el hecho de que Barral sea el capitan del equipo. Más de uno nos tememos que si llega Adrián Colunga no jugará de titular o como mucho, jugará escorado a la banda derecha. Inadmisible en cualquier otro equipo.
  • Jugar con Novo caido a banda: Digo lo de Adrián Colunga porque no sería el primer caso. Ante la presencia fija de Barral en el once, Preciado prefiere jugar con un 4-5-1 y un delantero fuera de posición que poner a dos en punta de inicio. Nacho Novo, una rata de area (dicho en el mejor sentido), está jugando en zonas donde su influencia en el juego es mínima. Cuando jugó, no ya en punta, si no como segundo delantero, le hizo dos goles al Rayo.
  • De las Cuevas está fuera de su posición: Ante la presencia del todocampista André Castro en zonas cercanas a la mediapunta, Preciado decide situar al alicantino, el mejor jugador del equipo, en la banda izquierda, completamente escorado. El año pasado con dos bandas formadas por Diego Castro y el propio De las Cuevas eran un incordio para los defensas y uno de los dos podía caer al centro donde hacían más daño. Este año ante la falta del genio gallego, De las Cuevas está mucho más controlado y aún no ha conseguido hacerse notar. El Sporting lo necesita en su posición si quiere sobrevivir.
  • Sus dudas con el portero: Afortunadamente este apartado parece haberse superado, pero cuando ese grandísimo portero que es Juan Pablo tuvo un mal momento, Preciado no dudó en volver a llevar a Cuellar a escena, un portero mucho más inseguro.
  • Su manía de desarbolar el centro del campo cuando va perdiendo: El caso más claro se dio ante el Espanyol, cuando con 1-1 en el marcador y el Sporting echado arriba, decidio meter a toda la artillería y descuidar en medio del campo. El resultado fue que el Espanyol se hizo fuerte en el centro y Sergio García mató el partido. No fue la primera vez, no creo que sea la última.
  • Cambios predeterminados y tarde: Muchas veces más de uno hemos sabido de antemano cuales van a ser los cambios de Manolo Preciado antes de que este los efectue. No sólo eso, si no que parece temblarle la mano antes de realizar uno, y raro es el día que no haga el primero hasta el minuto 70.
  • La alineación de Gregory el pasado sábado: Ayer Preciado volvió a cometer otro acto inexplicable. El pasado domingo ante el Málaga es probable que el debutante en liga Gálvez fuese el mejor del partido. El gol como colofón a un partido en el que se mostró con una seguridad arrolladora. Botía ya sabemos que es un grandísimo central e Iván Hernandez está en un momento de forma magnífico desde hace un año. No se entiende que con 3 centrales magníficos, uno de los elegidos para defender a Marco Ruben y compañía sea Gregory Arnolín, sin duda el central en peor estado de la plantilla.